¿Por qué es tan fácil cometer errores financieros en una pyme?
Las pequeñas y medianas empresas suelen enfrentarse a retos financieros importantes, sobre todo en etapas de crecimiento. La falta de recursos, experiencia o planificación puede provocar decisiones equivocadas que comprometen su viabilidad. Hoy te traigo algunos de los errores financieros más comunes y cómo evitarlos con una gestión adecuada.
1. No tener una planificación financiera clara
Uno de los errores más frecuentes es operar sin un plan financiero definido. Sin objetivos económicos, previsiones de tesorería ni escenarios alternativos, es imposible anticipar problemas o aprovechar oportunidades. Un buen plan financiero no es algo reservado solo para grandes empresas: en una pyme, puede ser la diferencia entre sobrevivir o desaparecer.
2. Mezclar finanzas personales con las del negocio
Es común que en negocios familiares o recién constituidos no se diferencien claramente las cuentas personales de las de la empresa. Esto impide conocer la rentabilidad real del negocio y puede acarrear problemas con Hacienda. La separación estricta entre ambas es imprescindible desde el primer día.
3. Falta de control presupuestario
No hacer un seguimiento real de ingresos y gastos en comparación con lo presupuestado impide detectar desviaciones y tomar decisiones correctivas a tiempo. Implementar un control presupuestario mensual es sencillo y tremendamente útil.
4. Descuidar la gestión de tesorería
Tener beneficios no significa tener liquidez. Muchas pymes fracasan por falta de caja, no por falta de clientes. Planificar los flujos de caja, prever pagos e ingresos y mantener un colchón de liquidez es esencial para operar con tranquilidad.
5. No contar con asesoramiento externo
Creer que se puede llevar toda la gestión financiera internamente, sin experiencia, es arriesgado. Un profesional externo, como un CFO externalizado, puede aportar visión, experiencia y metodología a costes asequibles para una pyme.
6. No medir la rentabilidad real de productos o servicios
Vender más no siempre implica ganar más. No analizar la rentabilidad por línea de producto, cliente o canal puede llevarte a potenciar áreas que en realidad generan pérdidas.
Conclusión:
La mayoría de estos errores pueden evitarse con organización, herramientas básicas y una actitud preventiva. Contar con acompañamiento profesional, aunque sea de forma parcial o externa, puede ayudarte a poner en marcha procesos y controles que te permitan tomar mejores decisiones y garantizar la sostenibilidad de tu empresa.